Cómo Concentrarse para Estudiar en el Instituto
Estudiar es una tarea fundamental en la vida de un estudiante. Es el proceso de comprender e interiorizar conocimientos para, normalmente, plasmarlos en un examen. El problema es que nos hemos convertido en seres hiperestimulados y muy poco tolerantes al esfuerzo, pero no es culpa nuestra. La sociedad evoluciona y se crean tecnologías cada vez más atractivas y placenteras (por ejemplo, antes veías una obra de teatro en la plaza del pueblo, ahora creas tu propia «obra de teatro» controlando personajes y escenarios en videojuegos hiperrealistas) provocando que sean muy adictivas. Las actividades productivas ahora van en contra de nuestro instinto, porque en comparación a las nuevas fuentes de entretenimiento, posponen el placer y requieren de mucho más esfuerzo esfuerzo. El aumento de tecnologías muy adictivas y la falta de disciplina influyen negativamente en nuestro estudio, y, como consecuencia concentrarse es una tarea realmente difícil. Algunos factores que provocan la falta de concentración son:
- El móvil
- Las redes sociales
- Los videojuegos
- El ruido
- El estrés
- La pereza
- El odio al estudio
Por eso me gustaría presentarte algunas soluciones en forma de guía para que mantenerte concentrado durante el tiempo de estudio. Porque yo soy un estudiante al que también le ha costado concentrarse cientos de veces y me sigue costando, pero he mejorado mucho y se ve reflejado en mis logros. Están colocadas en orden de mayor a menor importancia según mi criterio:
- Empieza a querer estudiar
- Detecta qué es lo que te frena y elimínalo
- Organiza el tiempo estrategicamente
- Prueba otros entornos
- No fuerces la máquina
- Mantente feliz
1. Empieza a querer estudiar
Lo primero de todo para cambiar algo es, claramente, querer cambiarlo y estar dispuesto a sacrificar cosas para hacerlo. En este caso, te va a tener que gustar mínimamente estudiar para querer cambiarlo y que sea sostenible a largo plazo. Porque concentrarse en algo que odias es un infierno.
Debes hacerlo más atractivo, fácil y satisfactorio. Para ello hay varias cosas que puedes hacer:
- Añade rituales y elementos atractivos
- Empieza progresivamente
- Establece recompensas
a. Añade rituales
Para conseguir que estudiar sea más atractivo, lo que puedes hacer es implementar un ritual antes de estudiar que realizarás siempre. Por ejemplo, siempre antes de estudiar puedes hacer algunas de estas cosas que impulsan tu alegría o concentración momentáneamente:
- Juega con tu mascota
- Habla con un amigo
- Sonríe
- Medita
- Escucha tu canción favorita
Tu cerebro asociará ese ritual a estudiar y después de hacer el ritual estará mucho más preparado para ello.
b. Empieza progresivamente
Para hacer que estudiar sea más fácil, sobre todo al principio, puedes empezar a hacerlo poco a poco. De esta forma entrenarás a tu cerebro a una cosa esencial: a cumplir siempre con tus hábitos de estudio. Muchas veces el problema está en que intentamos estudiar muchas horas seguidas sin estar entrenados para ello y nos frustramos porque no somos capaces de mantener la concentración. Para ello comienza estudiando temas fáciles, que te interesen más y durante menos tiempo, luego aumenta la dificultad poco a poco. Por ejemplo estudia:
- Una vez al día durante 10 minutos una semana un tema fácil que te guste
- Una vez al día durante 30 minutos la siguiente semana un tema de dificultad media que te guste
- Una vez al día durante 1 hora las siguientes dos semanas un tema de dificultad media que no te guste
- Dos veces al día 40 minutos y 40 minutos durante dos semanas un tema difícil que no te guste
De esta forma irás merjorando tu concentración lento pero seguro y viendo que no es tan difícil como parece. Tras la progresión, serás capaz de mantener la concentración durante mucho más tiempo
c. Establece recompensas
Si quieres que estudiar sea satisfactorio, añade recompensas que solo recibirás al final si cumples con tu plan de estudio y que siempre sean las mismas. De esta forma tu cerebro asociará un placer muy concreto a una tarea muy concreta (estudiar), así se acostumbrará mucho más rápido. También es importante que esas recompensas no vayan en contra de ese hábito, porque sino estarías tirando piedras sobre tu propio tejado; y que sean lo más «positivas» posibles, aunque sino lo son del todo tampoco pasa nada. Siguiendo este principio, no establezcas como recompensa después de estudiar no estudiar más en toda la semana o estar viendo vídeos en TikTok durante tres horas. Un ejemplo que sí es aceptable es:
- Estudiaré durante una hora este tema
- Solo después de estudiar y haber cumplido con la hora, podré jugar al fútbol una hora
2. Detecta qué es lo que te frena y elimínalo
Es importante saber por qué no te concentras. Haz un análisis y apunta todas las cosas que impiden que puedas estudiar bien. No los ignores y no les quites importancia. Céntrate en ellos y trata de buscar soluciones de forma activa frente a ellos y no en general.
En mi caso, creo que dedico más tiempo del que me gustaría a jugar al móvil y ver vídeos en instagram y youtube. De hecho, a veces mientras estudio me tienta mucho coger el móvil y lo acabo haciendo, perdiendo la concentración al instante. Por eso, últimamente he estado buscando apps que controlen el uso, limitando el tiempo y las notificaciones y buscando información. También trato de alejar el móvil cuando quiero concentrarme porque una sola notificación o el hecho de ver el móvil puede provocar que lo mire y pierda toda la concentración. La mayoría de soluciones son obvias y fáciles, solo hay que ponerlas en práctica:
- Si te distraen los ruidos, ponte cascos
- Si te distraen tus amigos porque te provocan que no estudies, diles que no te molesten y silencialos cuando estudies
- Si te distraen objetos en tu habitación (pelotas, libros, juguetes…), que te los escondan en otra habitación
- Si te distraen ciertos pensamientos, reflexiona y acaba con ellos
3. Organiza el tiempo estratégicamente
Esta solución no se suele tener en cuenta y es bastante más efectiva de lo que parece, se trata de organizar tu tiempo en función de cuándo concentrarse es más fácil o difícil para tí. Normalmente se busca realizar las tareas más difíciles (y estudiar es una de ellas) en los momentos de mayor concentración y menor cansancio. En términos generales, deberías hacer las tareas difíciles lo más pronto posible y, si puede ser, por la mañana (lo digo por los fines de semana). Esto hará que rindas mucho mejor porque tendrás mucha más energía en el momento de estudiar.
Organizar el tiempo incluye que preveas posibles situaciones que te generen más o menos concentración. Con esto me refiero a que si tus padres van a estar en una reunión online por trabajo, deja el estudio para otro momento. Por otro lado, si vas a tener un rato en el que no va a haber nadie en casa, aprovecha para estudiar.
4. Prueba otros entornos
En el caso de que simplemente tu entorno no sea bueno para concentrarse porque tiene muchas distracciones, no tienes espacio para estudiar bien u otros factores, lo mejor que puedes hacer es probar nuevos entornos para estimular tu cerebro y hacer más divertido el estudio:
- Lugares: ve a una biblioteca, una cafetería, la casa de un amigo
- Momentos: estudia por la mañana, por la tarde, por la noche
- Compañías: estudia solo, con tus amigos, con tus hermanos
Además, te darás cuenta de en qué situaciones estás más concentrado para poder repetirlas más a menudo.
5. No fuerces la máquina
Es muy importante mantener una buena salud mental y energía adecuada para poder aprovechar al máximo tus momentos de estudio y concentrarse de forma rápida y duradera. Puedes mejorarlas:
- En momentos concretos:
- En tu horario:
a. En momentos concretos
Si estás muy cansado y se te cierran los ojos mientras estudias o simplemente concentrarse es imposible en ese momento, para unos minutos y descansa o reflexiona en silencio. Es crucial que no te «salgas» del estudio, es decir, no te levantes, no te pongas con el móvil y no empieces otra tarea. Si lo haces, perderás del todo la concentración y probablemente pierdas incluso horas haciendo otras cosas en vez de hacer lo que debes. De la otra forma, simplemente estarás en un estado de «recuperación» que mejorará tu rendimiento después. Una vez estés más concentrado, continua estudiando, estarás más motivado y más comprometido con tus objetivos.
b. En tu horario
Para estudiar bien es importante mantener una salud mental buena para no pensar en otras cosas mientras lo haces. Por eso deberías añadir momentos de diversión o de hacer lo que más te gusta en tu horario. En este caso lo más importante no es si en esos momentos vas a hacer cosas productivas o improductivas (aunque no sea el objetivo, obviamente mejor si son productivas), sino que te evadas por un tiempo del estrés que genera estudiar y otras muchas actividades o situaciones. Si lo que te hace más feliz es jugar a la consola, eso es lo que tienes que hacer en esos momentos. Concentrarse se volverá más fácil porque serás más feliz y habrás saciado tus ganas de hacer otras cosas.